El ritmo en la fotografía:
El ritmo consiste en la repetición rítmica de líneas y formas. Por lo general, dichas repeticiones producen una sensación agradable para el ojo humano. Este llama la atención por si mismo y puede ayudarnos a estructurar la imagen. De hecho, en algunos casos, el ritmo puede llegar a convertirse en el tema principal de la fotografía.
No obstante, hay que utilizar el ritmo con moderación. El abuso del ritmo puede hacernos caer en la monotonía y aburrimiento. Podemos resolver este problema podemos introducir un elemento que rompa la monotonía de la fotografía y aporte interés a nuestra imagen. El uso del ritmo como elemento secundario es muy recomendable y suele dar fantásticos resultados.
- Sin los dos personajes, esta imagen habría caído en la monotonía y carecería de interés.
Conseguir esa sensación de ritmo no es difícil. Es recomendable utilizar al menos tres motivos similares ya que con menos puede ser complicado. También es recomendable utilizar encuadres apaisados que permitan establecer ritmos horizontales y que permitan que el ojo se desplace de lado a lado. Establecer un ritmo vertical, es posible pero más complicado. Si el encuadre esta lo suficientemente cerrado y los motivos rítmicos ocupan todo el encuadre, nuestra mente interpretará que los motivos se extienden más allá del encuadre de forma indefinida.
Dependiendo de cada situación será más apropiado un tipo de óptica u otro, pero por lo general es recomendable utilizar grandes longitudes focales que te permitan comprimir la imagen, reunir y aislar dentro del encuadre los motivos rítmicos. Personalmente considero que el ritmo es uno de los recursos fotográficos más interesantes. Hay que utilizarlo con moderación, ya que como hemos comentado puede llegar a ser monótono, pero utilizado adecuadamente es una de las armas que más satisfacciones nos aportará.
PRINCIPIOS ELEMENTALES DE COMPOSICIÓN: UNIDAD Y VARIEDAD:
El principio básico de toda composición artística es la unidad, ya que una cosa es lo que se representa, sin embargo tampoco conviene la unidad absoluta. La unidad en la variedad es el principio clásico de toda obra de arte. La unidad es el conjunto, y la variedad sus partes. La unidad sin variedad es monotonía, y la variedad sin unidad desorden. Una composición excesivamente unitaria o excesivamente dispersa no estará equilibrada.
En una composición armoniosa el motivo principal debe relacionarse con motivos secundarios, y estos entre sí, dando a cada motivo el protagonismo que se merece. Esta variedad se consigue alternando objetos pequeños y grandes, vacíos, abigarrados y formas aisladas.
Referencias: https://commons.wikimedia.org/wiki/File%3AFragonard%2C_The_Swing.jpg
http://www.xatakafoto.com/trucos-y-consejos/el-ritmo-en-fotografia
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